Año 2020 / Volumen 27 / Número 4

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Artículo Especial

¿Conocen los profesionales de cuidados intensivos el documento de voluntades anticipadas? Revisión crítica
Are palliative care proffesionals aware of the advanced care planning document? Critical review

Med Paliat. 2020; 27(4): 325-328 / DOI: 10.20986/medpal.2019.1053/2019

Joana Maria Julià-Móra1, Miguel Ángel Rodríguez-Calero2
1Equipo de Soporte Hospitalario en Aten. Paliat.. Hospital de Manacor, . 2Departamento de Enfermería y Fisioterapia. Universitat de les Illes Balears. Institut d'Investigación Sanitaria de Illes Balears,


RESUMEN

Justificación: Las instrucciones previas o documento de voluntades anticipadas (IP/DVA) constituyen un conjunto de documentos en los que el paciente puede dejar constancia de cómo desea morir o ser tratado al final de su vida, con el fin de que su voluntad sea respetada. En 1998 surgió una nueva corriente, Advance Care Planning (Planificación Anticipada de las Decisiones). En ella, el DVA aparece como una herramienta, resultado final de un amplio proceso de comunicación que exige a los profesionales sanitarios una formación acorde para proporcionar una mejor atención sanitaria al final de la vida. A este respecto, son varios los estudios que muestran que una inadecuada formación en los cuidados al final de la vida, especialmente en las unidades de cuidados intensivos (UCI), dificulta las habilidades y actitudes en la comunicación, los cuidados y el respeto del DVA con todas las medidas que contempla y, en definitiva, dificulta mantener la dignidad en el proceso de la muerte del paciente.
Objetivo: Analizar la competencia (conocimientos, habilidades y actitudes) de médicos y enfermeras de las UCI de la Comunidad de Madrid sobre las IP o DVA.
Diseño: Estudio observacional, descriptivo y transversal.
Lugar y periodo: Nueve hospitales de la Comunidad de Madrid, entre octubre y diciembre de 2010.
Participantes: Se encuestó a una muestra de conveniencia cuyos criterios de inclusión fueron todos los médicos y enfermeras de las UCI de adultos de los nueve hospitales.
Intervención: Cuestionario ad hoc estructurado, anónimo, autocumplimentado, con variables dicotómicas y escala de tipo Likert.
Recogida de datos y análisis: Las variables estudiadas fueron: sociodemográficas, de conocimientos, habilidades y actitudes. Para la entrega de los cuestionarios se contactó con las supervisoras de las unidades y jefes de servicio, se hizo una charla informativa, se colgaron carteles informativos y se repartieron los cuestionarios a través de los investigadores y personas de enlace. Para la recogida de las encuestas se dispuso de urnas ubicadas en las unidades. La entrega de formularios se realizó mediante consentimiento informado previo y el estudio fue aprobado por el Comité de Ética e Investigación Clínica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. as variables cualitativas se describieron mediante frecuencias absolutas y relativas porcentuales de sus categorías, y se buscaron asociaciones con la prueba de ji cuadrado o el test exacto de Fisher. En las variables objeto de análisis se calculó su intervalo de confianza para un error a del 5 %, a través del programa estadístico SPSS v. 18.0.
Resultados: Se entregaron 649 encuestas en total y se recogieron 331 al terminar el periodo de recepción (3 meses). La tasa de respuesta fue del 51 %. De las características sociodemográficas destaca que el 73,4 % (243) de los profesionales eran mujeres y el 67,2 % (222) con más de 31 años; del total, el 20,5 % (68) eran médicos y el 79,5 % (263) profesionales de enfermería. Los resultados obtenidos con relación a los conocimientos muestran que el 64,4 % de los encuestados afirma no conocer los diferentes documentos que existen para expresar últimas voluntades. Con relación a las medidas concretas que contemplan las IP, como son la limitación del esfuerzo terapéutico, los cuidados paliativos, la donación de órganos, el rechazo a la obstinación terapéutica y la asignación de un representante legal, tan solo el 9,7 % de los profesionales las conocían todas. El 82,8 % opinaba que el DVA es un instrumento útil para los profesionales en la toma de decisiones. El 50,2 % opinaba que los DVA no se respetan. El 85,3 % de los médicos respetaría el DVA de un paciente en caso de urgencia vital, frente al 66,2 % de las enfermeras (p = 0,007). Solo el 19,1 % de los médicos y el 2,3 % de las enfermeras conocían si los pacientes que llevaban a su cargo poseían un DVA (p < 0,001).
Conclusiones: Aunque los profesionales sanitarios muestran conocimientos escasos sobre las IP, presentan una actitud favorable hacia su utilidad. Sin embargo, la mayoría no conocen si los pacientes que están a su cargo poseen un DVA e incluso algunos profesionales, a pesar de conocerlo, en caso de urgencia vital no lo respetarían. Se hace necesaria una mayor formación sobre las IP.



ABSTRACT

Rationale: A ‘previous instructions’ or ‘advance directives’ document (PI/ADD) is one of a group of formal documents in which patients can express how they would like to die or be treated in their last days of life. These documents ensure that the final wishes of patients will be considered and respected. The emerging trend of advance care planning appeared in 1998, and the ADD was proposed in this context as a broad-based communication effort requiring that healthcare professionals have proper training for end-of-life care. In this respect, previous studies show that inadequate training with regard to end-of-life care, especially in critical care units (ICUs), hinder communication skills and attitudes, the provision of care, and finally the preservation of patient dignity during the process of death.
Objective: To analyse the competency (knowledge, skills, and attitudes) of ICU nurses and physicians concerning the PI/ADD in the Madrid region.
Design: This was a cross-sectional study.
Place and timing: Nine hospitals in the Madrid region, from October to December, 2010.
Participants: All physicians and nurses at the adult ICUs of the nine participating hospitals made up a convenience sample.
Instrument: An anonymous, structured, self-completed, ad-hoc questionnaire was sent to participants with dichotomous and Likert-scale variables.
Data collection and analysis: Socio-demographic variables, as well as variables related to knowledge, skills and attitudes were collected. Prior to data collection medical and nurse supervisors were contacted, information sessions were carried out, and informative posters were displayed in the participating units. The questionnaires were distributed through key informants, and then deposited in closed boxes after completion. Informed consents were previously obtained, and the study was approved by the Clinical Research Ethics Committee of Hospital San Carlos, Madrid. Qualitative variables were described with absolute and relative rates and percentages according to categories. The association analysis included the Chi-squared and exact Fisher tests. A confidence interval with a 5 % error was applied using the statistics package SPSS v. 18.0.
Results: A total of 649 questionnaires were delivered, and 331 of them were sent back within the pre-established period of 3 months. The response rate was 51 %. As for socio-demographic variables, 73.4 % (253) of responders were women and 67.2 % (222) were older than 31 years; 20.5 % (68) of professionals were physicians and 79.5 % (263) were nurses. Regarding knowledge, 64.4 % of participants reported they knew nothing about the different documents available for patients to formalise their last wills. With respect to concrete measures included in the PI document, such as limitation of therapeutic efforts, palliative care, organ donation, rejection of therapeutic obstinacy, and the assignment of a legal representative, only 9.7 % of these professionals were aware of all of them. A total of 82.8 % of participants believed that the ADD was a useful instrument for professional decision making; 50.2 % believed ADDs were not respected; 85.3 % of physicians would respect an ADD in case of vital emergency, in contrast to 66.2 % of nurses (p = 0.007). Only 19.1 % of physicians and 2.3 % of nurses actually knew whether the patients they were then caring for had an ADD or otherwise (p < 0.001).
Conclusions: Although healthcare professionals have a low level of awareness about PI documents, they show a favourable attitude regarding their usefulness. However, most of the participants did not actually know if their patients had an ADD, and some professionals, even when they know an ADD is available, will refuse to comply with it in case of a life emergency. In this regard, further training is required with relation to PIs.


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ISSN: 1134-248X   e-ISSN: 2340-3292

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